domingo, 5 de junio de 2011

Gustavo Enrique Campos Campos

Debería de haberse llamado “Gustavo Enrique Blanco Blanco”.

Fue mi despreciado hijo, que mas me amo, por las puterias de tu madre obligadamente me separe de ti, todavía, en ocasiones me duele oír a mis parientes decir, que físicamente en cierta época de mi niñez, haya por los doce años eras mi retrato, recuerdo que eufórico decías por mis venas corre sangre de Blanco, golpeándote con tu mano izquierda las venas de tu brazo derecho, recuerdo que decías a mi no me comparen con nadie, yo soy quien soy y no me parezco a nadie, recuerdo que decías: “Que diera yo a esta edad tener la experiencia que hoy tiene mi papa”, Esa experiencia hijo mió, solo se obtiene con los años de sufrimientos, aciertos y desaciertos y se llega a tener como mínimo a la mitad del camino de nuestra vida con mucha suerte, Recuerdo que cuando estuviste preso decías: “Cuando yo estaba libre me sentía que era un pit-bull, ahora me siento que soy un chihuahua”, Recuerdo cuando murió tu madre, y fui cinco minutos al velorio, llegue a gran velocidad en mi moto 1150 cc, Tu contastes que sentiste como que superman había llegado, y te inventases que me habías visto llorar ante el ataúd, nunca te quise desmentir , por fin yo era tu héroe., Recuerdo hijo mío, con mucho orgullo y tristeza, que ocho días antes de que te mataran me llegaste a visitar al taller, y me dijiste lo que jamás hijo alguno me expreso, “Mire papa, yo me siento muy orgulloso de que usted sea mi padre, recuerdo que cuando niño me portaba mal, la vieja Patas de Punche de mi abuela, “La masacuata”, me incaba y dándome verga me decía “Sos igual de malo que tu tata”,pero con esas palabras mas me acercaba a usted, Cuando estuve preso jefes de bandas me decían , “Mira , Rascadilla que es cierto que el viejo del Taller Blanco, es tu tata y con mucho orgullo yo les decía, que Si; “Mira, ese viejo es paloma , Aquí todos lo respetan”, Hijo mió nunca me avergoncé de que fueras maleante, Si me avergonzaba de no haber estado a tu lado, en tu niñez para haberte guiado por el buen camino.

Aclaro era Campos Campos porque la mama hayo a un pendejo que se caso con ella y le dio el apellido Campos, Tu padre que ahora de nada le sirve lamentarse, Pues “El tiempo perdido hasta los santos lo lloran.”

F. V. Vila “El guanaco”.