Tus bellísimos ojos, que brillan como el fulgor de las estrellas, tu enigmática mirada me hace dudar si me estas creyendo o no lo que te estoy diciendo, tu tez rosada me hace pensar que puedes llegar, a ser para mi una persona muy deseada, tu esbelto cuerpo hace mi mente volar, y por momentos la diferencia de edades olvidar.
Tu inolvidable sonrisa tiene a mi alma anonadada, te has convertido para mi en la persona mas amada, y por fin llegues a ser una flor de mi jardín y así a mi soledad poner fin.
F. Verga Vila “el guanaco”.
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