sábado, 27 de marzo de 2010

La puta ley de la compensación

El que a hierro mata a hierro muere…

Con el sufrimiento nosotros los malos abonamos a nuestra cuenta pendiente de nuestros pecados.

Cuando nos morimos solo dos mochilas nos llevamos una en el hombro derecho que son nuestras buenas obras y otra en el hombro izquierdo, que son nuestros pecados, por esas dos mochilas seremos juzgados y ahí no valdrá hipocresía, lloriqueos, ni paja, si al hacer cuentas salimos con saldo rojo jamás entraremos al camino de la evolución positiva de las almas “La luz”.

Después de nuestra muerte física nadie nos puede ayudar, ni quitar, ni poner ningún pecado, las misas y plegarias solo sirven para confortar a los dolientes en su mente que es su alma.

El que se deja engañar es un pendejo, el que se engaña solo es un imbecil, se necesita ser “pendejo e imbecil” para creer que un hombre a veces mas pícaro que nosotros “El cura” nos pueda quitar nuestros pecados, cada ocho días por ir a misa y confesarnos, ¡¡ Traten de amar mas a su prójimo!! “RATAS DE IGLESIA”.

F. Verga Vila “El guanaco”.

No hay comentarios: