Tara Blanco

Mi adorada hija

Cuando me acompañe con tu madre, ella tenia diecisiete y yo cuarenta y dos años, Tu concepción fue muy difícil, durante los primeros dos meses de el embarazo, un día si, un día no, le ponía un suero calizal B intravenoso a tu madre; Sufrí mucho por salvarte la vida, la misma que por mi irresponsabilidad arriesgue quince días antes de que nacieras, En Ateos hiendo muy borracho frente a la casa de mi gran amiga: Esperanza Sánchez, de la Suzuki 1150cc te bote, gracias a Dios nada malo te paso, pues desde el vientre de tu madre fuiste protegida por mi divino hermano Santos Herrera, por eso te convertiste desde aquel entonces en un miembro mas de nuestro clan espiritual, como tu sabes nosotros somos uno para todos y todos para uno, como los tres mosqueteros, con la única diferencia que nosotros somos mas de treinta; Dos meses tenias de haber nacido y por ir manejando siempre a verga te volví a botar, esa ves en mi suzuki Gs 1000cc celeste, saliendo de la playa del obispo, ese día me dije: “Soy un alma de mierda y jure que no te volvía a andar en moto manejando a verga”, Por mi avanzada edad muchos de mis amigos me criticaban, mi entrañable amigo, mi compadre, Mario Chávez “Mario Rana”, mi compañero de chupa, por muchos años me decía: “Esta cipota la terminaste de hacer con un poquito de orines”.
Bien grabado tengo en mi mente y todavía no me a pasado el susto, el día que por un imperdonable descuido de tu madre tomaste un trago de lejía, la que ella había dejado en un vote vació de jugo, cerca del lavadero, Oí que te estabas ahogando, Un año de edad tenias, por tratar de sacarte el objeto de la garganta que según yo tenias trabado, con el dedo te desangre la garganta, les preguntaba: ¿Qué le paso a la niña? “No se, No se” me contestaban, como un loco Salí corriendo en mi moto Honda 650cc, Tu hermano Miguel te llevaba atrás en brazos, En mi agonía le preguntaba: ¿Todavía respira la niña? “No se, No se” me contestaba, mientras al hospital climosal te llevaba, Ahí te auxiliaron y te curaron…
Muy claro tengo en mis recuerdos de niña el acto heroico que hiciste, para el terremoto de el dos mil uno, cuando tu madre te saco corriendo de tu casa en los alpes suizos, te le soltaste de la mano y corriste hasta el patio de la casa y tu madre te llamaba con gritos despavoridos: “Tara, Salí!, Tara, Salí!”, y de repente apareciste con tus cinco pit bulls de veinte días de nacidos abrazándolos contra tu pecho.
Algunos de mis amigos bromean conmigo y me dicen: “Mira Tavo, esta cipota quizás no es tuya, porque ella es muy linda y vos sos muy feo.
Mi amada Hija, muchas satisfacciones en la vida me has dado, como verte en los primeros lugares, en la lista de las top-models por Internet, Verte en las portadas de prestigiosas revistas, o de periódicos de mucha circulación en el país, como el reportaje de la prensa grafica, en el día de las secretarias, en dos paginas enteras, Amigos míos que seguido viajan a Estados Unidos, me han dicho: “Mira, Tavo, tu hija es mas famosa en Nueva York, que aquí en el Salvador, Pues el mes pasado la vi en una gran fotografía en la entrada de un muy importante estudio fotográfico.

Otra cosa que me tiene muy orgulloso es el concurso de fotografía que gano un fotógrafo salvadoreño con tu rostro en la Patagonia, Argentina, En julio de el dos mil siete, entre veintisiete países.

Espero mi adorada hija , tu que has sido mi bordoncito hoy que ya estoy viejito, Mi Señor Jesucristo, Mi Santísima Virgen Maria y todo mi clan espiritual siempre te protejan y te ayuden en tu profesión de modelo, y en tus asuntos sentimentales.

(Todos los ataques de tus enemigos, en ellos mismos serán revocados.)

Tu adorado padre, que siempre te amara en esta y la otra vida…

F. Verga Vila “El guanaco”.